La ley de la apuesta comunitaria en Nueva York
En 1940, la legislatura decretó la ley de rédito de la apuesta comunitaria, que continuó indicando competir con a la comisión.
Autorizaron a la comisión para licenciar apuesta comunitaria que apostaba a las razas del caballo y las carreras de obstáculos conducidas por asociaciones que competían con incorporadas, para fijar las reglas que gobernaban tal apostar, y para investigar todos los casos se relacionaron con la raza que apostaba por los libros y los expedientes que citaban.
Para asegurar la honradez del sistema apostador, las asociaciones fueron requeridas para ser enlazadas, y los estándares exactos para la contabilidad, apuesta que pagaba, y fijación de la información fueron impuestos.
El apostar era las transacciones limitadas de la en-pista, que demostraron ser favor financiero para seguir a dueños.
Durante la administración de Wagner en New York City, una serie de crisis fiscales inspiró a la ciudad que cabildeara para la apagado-pista legalizada apostando (OTB) como medios de solucionar sus problemas financieros.
Los abogados demandaron que levantaría por lo menos $2 mil millones anualmente. Mientras que la ciudad empujó para OTB, la legislatura de estado, intereses de reflejo de la pista de la raza, lo opuso.
La opinión pública en New York City funcionó tres a uno a favor de OTB, y una encuesta de la opinión pública 1963 reveló que poco Yorkers nuevo se preocupó de la moralidad de apostar de la raza.
La ciudad ejercitó rápidamente la opción local proporcionada en la ley y estableció el New York City Apagado-Pista Betting Corporation, una corporación de la ventaja pública “funcionada a lo largo de las líneas de un negocio de la empresa privada que beneficios se acrecientan a los contribuyentes bajo la forma de rédito público”.
El grado a el cual OTB ha logrado sus metas duales de levantar el rédito y el crimen organizado que combate no puede todavía ser evaluado completamente, solamente un veredicto preliminar es que OTB ha tenido éxito en réditos de aumento del gobierno así como la redistribución de ellos.
La ironía del fenómeno de OTB es que muchos jinetes y dueños de la pista dicen que está destruyendo lentamente competir con. Demandan que ha hecho la atención de la en-pista ceder y que es responsable del número creciente de competir con lesiones.
Intentando continuar con la figura mínima de $5.600 para el mantenimiento anual de cada uno de sus caballos, dueños no más dé a su buena acción un resto. Los caballos cansados y los jinetes cansados incurren en equivocaciones.
Una conclusión sobre Nueva York que juega sería ésa a pesar de empresas en la legalización y el control del estado. Desafortunadamente, Nueva York no ha tenido éxito en poner crimen organizado o el juego ilegal fuera de negocio.
Un estudio recomendó que Nueva York también legaliza el casino que juega, las máquinas de ranura, y la apuesta comunitaria que apostaba al jai-alai, demandando $1.15 mil millones por año se podría levantar como a resultado de la legalización.
También, un estudio conducido por el hallazgo para la ciudad de Nueva York, Sin embargo, encontrada que las metas de intentar levantar el rédito substancial y competir con crimen organizado eran contradictorias.